“Memories” en Biarritz (Francia) hasta el 7 de diciembre
El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, la Fundación Fernando Buesa Blanco, la Oficina de las Naciones Unidas contra el Terrorismo (UNOCT), el Musée-Mémorial du Terrorisme de París y el Ayuntamiento de Biarritz organizan conjuntamente la exposición titulada «Memorias: Homenaje a las víctimas del terrorismo». «Memories» reúne los testimonios de 22 víctimas de atentados terroristas de todo el mundo: España, Estados Unidos, Uganda, Jordania, Irak, India, Australia, Marruecos, Nigeria, Ecuador, etc. Los relatos, presentados en grandes paneles y en vídeo, muestran cómo el terrorismo ha cambiado la vida de las personas, utilizando objetos que las víctimas guardaban como recuerdo: Desde los atentados yihadistas del 11 de marzo de 2004 en Madrid hasta los ataques de Boko Aram en Camerún en 2014, desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York hasta el del metro de Londres en 2005… La sinceridad con la que las víctimas comparten sus experiencias, con su dolor y valentía de fondo, nos recuerda la importancia de proporcionarles apoyo y ayuda, a través de una comunidad resiliente frente al terrorismo. «Memories» refleja el papel fundamental de la solidaridad y la cooperación internacional en la prevención y la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento, garantizando al mismo tiempo el respeto de los derechos humanos. La exposición ya se ha exhibido en Nueva York (2023 en la sede de la ONU), Málaga (2022), Vitoria-Gasteiz, Valladolid, Madrid, Pamplona, San Sebastián y Santander.
En el acto de inauguración, el 8 de octubre, tomó la palabra inicialmente la alcaldesa de Biarritz, Maïder Arosteguy (Les Républicains), quien expresó sus condolencias por las “recientes y trágicas inundaciones” en la Comunidad Valenciana. Arosteguy comparó el terrorismo con las catástrofes naturales porque “golpea indiscriminadamente y sin previo aviso”, pero, a diferencia de éstas “nace de la ideología del odio, no de los caprichos de la naturaleza”. La regidora biarrota recordó la vigencia del terrorismo yihadista, en Francia y España, que lejos de dividir a la ciudadanía “refuerzan nuestro apego a la libertad, al humanismo y a la solidaridad”. Por último, Arosteguy puso el acento en las víctimas del terrorismo, que sin distinción de fronteras o épocas “forman una comunidad marcada por el dolor, pero unida por la esperanza de la reconstrucción. Al rendir homenaje a los supervivientes y a las familias destrozadas por la violencia, esta exposición nos recuerda a todos que hablar de nuestros traumas es un acto de valentía que ilustrará a las generaciones futuras sobre los peligros del fanatismo”. El director del Memorial, Florencio Domínguez agradeció a la alcaldesa de Biarritz y Veronique Caplan, cuyo padre fue asesinado por los GAL, el esfuerzo realizado para traer la muestra a la ciudad vascofrancesa, a 30 kilómetros d ela frontera con España. Un detalle que Domínguez no pasó por alto cuando aseguró que “si hay algo que no conoce fronteras es el terrorismo: ni fronteras geográficas ni ideológicas. Lo hemos visto durante muchos años en esta tierra donde han operado grupos terroristas a ambos lados de la frontera”. Para destacar posteriormente que la utilización de ETA como refugio del territorio francés para atentar en suelo español, se mantuvo hasta que “los dos países pusieron en marcha unos mecanismos de cooperación ejemplares que hicieron posible la derrota de la banda terrorista”, recordando a de paso que la última víctima del terrorismo abertzale fue “un policía francés”: el brigadier-jefe de la Policía Nacional francesa Jean-Serge Nérin, asesinado en el año 2010. El director del Memorial también recordó el terrorismo de los GAL que “con la pretensión ilegítima de castigar a ETA utilizando sus mismos métodos, sembraron de dolor el territorio vasco francés”. Finalizó destacando la importancia de realizar exposiciones como ésta en la Mediathèque de Biarritz, un lugar frecuentado por los jóvenes, “para que conozcan el daño que provoca el terrorismo a las personas y a la convivencia”.
En representación de la Fundación Fernando Buesa, Eduardo Mateo dijo que la clave de la exposición es que se ha creado “pensando en la sociedad, pero con las voces de las víctimas: Mostrar qué es el terrorismo y sus consecuencias a través de las víctimas. Mateo incidió en la variedad de víctimas con un mismo nexo de unión: “Todas hablan de lo mismo: del dolor injusto de la violencia, de su deseo de vivir y de la petición de que la sociedad las tenga siempre en cuenta”. Laura Domínguez González por la Oficina de las Naciones Unidas contra el terrorismo, enumeró las ciudades del itinerario de esta muestra hasta llegar a Biarritz, “lo que refleja su impacto global” reafirmando en su paso por Francia “nuestro compromiso con la memoria y el reconocimiento de las víctimas como protagonistas esenciales en la lucha por la paz”. En relación a los testimonios de las víctimas presentados en la muestra dijo que “no solo es un acto de memoria, sino una lección de resiliencia y esperanza para todos nosotros. Es crucial que nunca olvidemos que detrás de cada cifra, detrás de cada evento trágico, hay historias humanas que merecen ser escuchadas y recordadas”.
Especialmente emotivas fueron las palabras de Véronique Caplanne, cuyo padre Robert Edouard fue asesinado por los GAL en Biarritz, la mañana de Nochebuena de 1985. Destacó la amenaza que supone el terrorismo para “todas las sociedades, todas las comunidades y todas las generaciones” dejando “cicatrices profundas, familias destrozadas y sociedades fracturadas”. Agradeció a la alcaldesa Arosteguy, al Memorial, la Fundación Buesa que le dieron la palabra y el apoyo. Recordó su trabajo, coraje, compromiso, que “nos recuerdan que, ante el horror, nunca debemos permanecer en silencio”. Caplanne, en lo personal, afirmó de que “Memories” es un homanje a su padre “muerto por nada”. Finalizó el turno de intervenciones, Henry Rousseau del Musée-Memorial du Terrorisme de París quien se congratuló de la colaboración entre los centros memoriales de España y Francia, “clave en este proyecto”.
La exposición estará abierta en la Mediateca de Biarritz hasta el 7 de diciembre.