El Memorial celebra el Día de la Memoria en Vitoria-Gasteiz
El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo conmemoró en Vitoria-Gasteiz, el 9 de noviembre el Día de la Memoria, en un acto frente al monumento a víctimas del terrorismo, que promovió Covite en 2003 y que es obra del artista Agustín Ibarrola. El Día de la Memoria reunió al Centro Memorial con la Delegación del Gobierno en el País Vasco, al Ayuntamiento de Vitoria, representantes del Gobierno vasco, Parlamento vasco, Juntas Generales de Álava y asociaciones de víctimas.
Intervino en primer lugar la alcaldesa de Vitoria-Gasteiz, Maider Etxebarria, quien alertó de que “no se puede bajar la guardia” ante los discursos que en distintas partes del mundo “amenazan la convivencia”. En el caso vasco, la regidora vitoriana destacó que es esencial “recordar lo que sucedió para evitar que la intolerancia y la violencia puedan volver”, añadiendo que el pasado “terrible” debe ser conocido en especial por los jóvenes, de los que ha dicho que son “tan esenciales como las víctimas para reforzar la idea de que el exterminio al diferente es inadmisible”. Además, indicó que la memoria, el reconocimiento y la reparación de las víctimas son “indicadores de la calidad democrática” de las sociedades.
El director del Memorial, Florencio Domínguez, explicó cómo en 2010, “el Gobierno vasco, el Parlamento, las Juntas Generales de los tres territorios históricos, y la Asociación de Municipios Vasco (Eudel) acordaron establecer el 10 de noviembre como Día de la Memoria en recuerdo de todas las víctimas sin excepción”. Después, Domínguez puso como ejemplo a “los políticos que tuvieron la capacidad de alcanzar acuerdos como la celebración de este mismo Día de la Memoria y nos dieron una lección de entendimiento”: el consejero de Interior Rodolfo Ares (PSE); la presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga (PP); la presidenta de las Juntas Generales de Vizcaya, Ana Madariaga (PNV) y sus homólogos en Álava, Juan Antonio Zárate (PP), y en Guipúzcoa, Rafaela Romero (PSE) , así como el presidente de Eudel, Jokin Bildarratz (PNV). Domínguez señaló que es necesario lograr un acuerdo como el que hace 14 años permitió constituir el ‘Día de la Memoria’ en Euskadi, en este caso “para desarrollar la memoria en el ámbito educativo”. Este acuerdo, según apuntó, debería involucrar “a las instituciones, a los centros escolares, al personal docente, a las familias y a las víctimas”, con el fin de “extender los programas educativos que permitan a los jóvenes conocer la parte más oscura de nuestra historia y para que tengan acceso al testimonio de las víctimas”. Asimismo, destacó que el testimonio de las víctimas “tiene una gran potencialidad para generar empatía con los que han sufrido; para combatir el discurso del odio; y para deslegitimar la violencia como herramienta de acción política”.
En la misma línea, la delegada del Gobierno, Marisol Garmendia, consideró que, “si se borran los asesinatos, el chantaje y el dolor” de lugares como “los espacios públicos y las manifestaciones culturales parecerá que no ha existido o que todo fue un mal sueño”. A lo que agregó que ya hay “una generación de jóvenes vascos que, afortunadamente, no han conocido ese horror, que han crecido sin ETA. Por eso es tan importante que sepan qué pasó realmente, sin ensoñaciones revolucionarias justificativas de la violencia ni relatos de odio”. Garmendia advirtió de que no se puede olvidar a las víctimas del terrorismo, porque eso no sería “ni ético ni democrático”. “La verdadera convivencia en Euskadi no puede cimentarse desde la amnesia; no puede construirse desde la equiparación de víctimas y victimarios; ni fortalecerse sin que los que utilizaron la violencia, la justificaron y aplaudieron, reconozcan alto y claro que ETA no tuvo ninguna justificación para matar y extorsionar”, afirmó. Por último, la delegada del Gobierno reivindicó “verdad, justicia, reparación y memoria para las víctimas de cualquier terrorismo y violación de los derechos humanos”. “Para todas, sí”, añadió, tras lo que subrayó la necesidad de “trabajar a favor de una memoria inclusiva, sin partidismos ni patrimonialismos”. “No hay víctimas mías o tuyas; no podemos seguir en las trincheras de la división nacionalista identitaria para no compartir el dolor sufrido y asumir la responsabilidad individual y colectiva como vascas y vascos que no pueden seguir mirando a otro lado como si el pasado cruel de plomo no hubiera existido”.
Entre las intervenciones hubo piezas musicales de dos chelistas que interpretaron “Pieta, Signore!” (atribuido a Alessandro Stradella); Intermezzo, de “Cavalleria rusticana” de Pietro Mascagni, y el tradicional “El Cant dels ocells”, de Pau Casal. El acto contó con la presencia de dos consejeros socialistas, del vicelehendakari segundo del Gobierno vasco, Mikel Torres, y de la titular de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José, así como del viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, Alfredo Retortillo, y el director de Gogora, Alberto Alonso, adscritos al departamento que dirige San José. Junto a los citados hubo una amplia representación del PP vasco encabezada por su presidente, Javier de Andrés, junteros, concejales y los principales mandos de Guardia Civil, Policía Nacional y Ertzaintza.