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Curso de verano en Soria “Escribir la página antes de pasarla” con el Centro Internacional Antonio Machado

Curso De Verano En Soria  “Escribir La Página Antes De Pasarla” Con El Centro Internacional Antonio Machado

 

El Memorial y el Centro Internacional Antonio Machado (CIAM) organizaron por tercer año consecutivo un nuevo curso en el marco de “Los Encuentros de Soria”. En esta edición, los días 13, 14 y 15 de julio, bajo el título “Escribir la página antes de pasarla” y con la dirección de Gaizka Fernández Soldevilla del Memorial, y Ana Escauriaza, profesora de la Universidad de Navarra, las jornadas comenzaron con la proyección de la película “Traidores” de Jon Viar, con presencia de su director en el coloquio final.

El jueves 14, los cursos fueron inaugurados por Virginia Barcones, delegada del Gobierno en Castilla y León; Florencio Domínguez, director del Memorial, y José Ángel González Sainz, director del CIAM. Barcones tuvo palabras de recuerdo a todas las víctimas del terrorismo, especialmente a las víctimas de los diferentes cuerpos policiales.

La primera ponencia sobre “Propaganda y terrorismo” fue expuesta por Florencio Domínguez, reafirmando “la derrota de ETA por el Estado de Derecho”, por la eficacia del mismo “en su conjunto” y “por el rechazo social”, que acabó haciendo ineficaz “la continuidad de la violencia, y por eso la dejaron”. Domínguez recordó que ETA ya había estado en las instituciones representado por diferentes marcas electorales, y que a pesar de ello siguieron su actividad terrorista. A continuación, pasó a desgranar todos los escenarios propagandistas fracasados de ETA y su entorno, precedidos por un debilitamiento permanente desde 2005. Según Domínguez, solo en 2000 la banda terrorista ETA realizó 73 atentados que dejaron 23 víctimas mortales. Las crisis internas (2003 y 2004) y los operativos policiales debilitaron a la banda hasta el punto de que, entre 2007 y 2010, cometieron 75 atentados con 10 víctimas mortales, llegando un cese real de actividad terrorista en 2010 sin un debate previo. Con el primer escenario propagandístico de la llamada “Cumbre de Ayete”, la dirección de la banda buscó hasta 2016 salidas posibles con negociaciones fallidas en Noruega, verificaciones ridículas, simulación de sellados de arsenales y una ceremonia de supuesta disolución, todo ello marcado por fines propagandísticos.

La ponencia de Florencio Domínguez dio paso a una mesa redonda moderada por Ana Escauriaza sobre “Investigar el terrorismo”. En la misma participaron Gema Varona, del Instituto Vasco de Criminología, vinculado a la universidad pública vasca; Luis de la Corte, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y Carmen Ladrón de Guevara, abogada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Gema Varona hizo una autocrítica por la “miopía” durante años del Derecho y la Criminología hacia las víctimas del terrorismo: “Ni el Derecho ni la primera Criminología supieron verlos hasta 2015”, aseguró. La abogada Carmen Ladrón de Guevara explicó cómo se investiga desde el ámbito del Derecho Procesal el terrorismo, centrando su intervención en casos sin resolver de víctimas de ETA y GRAPO. Denunció la falta de colaboración ciudadana en la mayor parte de los casos, especialmente de los de ETA, aportando un dato elocuente: el 87% de los casos sin resolver se localizaban en el País Vasco “con un nivel de colaboración ciudadana bastante escaso”. El profesor Luis de la Corte, autor de varios libros sobre el terrorismo yihadista explicó cómo y porqué escribir sobre el terrorismo, desde las emociones que produce (asombro e indignación), y también desde la consecuencia de pensar de forma reflexiva sobre ello.

En la jornada de tarde se dio paso a las diferentes comunicaciones presentadas como las de Iñaki Vázquez Larrea, profesor de Historia, Eguzkitza BHI de Irún, sobre “Belfast: memoria de una implosión sectaria”. Raquel Pinilla, profesora de la Universidad Rey Juan Carlos, sobre “Estrategias discursivas y lingüísticas en la propaganda de ETA: el poder de la palabra y el silencio”. La doctora Isabel Izarzugaza, del equipo ISAVIC, sobre “El impacto en la salud de la violencia colectiva”. Javier Merino, historiador y profesor de enseñanzas medias, con la comunicación “A 10 años del final de ETA. Un balance”. La última intervención por videoconferencia correspondió a David Mota Zurdo, profesor de la Universidad Isabel I, con una larga disertación sobre “Vecinos en «conflicto»: el impacto del terrorismo de ETA en La Rioja durante la Transición y la Democracia (1975-1992)”.

La jornada finalizó en el estreno del documental “Las buenas sombras, los escoltas frente al terrorismo”, una producción de la Fundación Miguel Ángel Blanco con su director Felipe Hernández Cava presente en Soria.

La segunda jornada correspondiente al viernes, 15 de julio se desarrolló con dos entrevistas y dos mesas redondas. En la primera entrevista, Gaizka Fernández Soldevilla entrevistó al catedrático de Historia Contemporánea de la UNED, Juan Avilés Farré, tratando ambos la situación del historiador ante la violencia. Repasaron las diferentes oleadas históricas del terrorismo comenzando con el anarquismo, para pasar a la tercera oleada del terrorismo de extrema izquierda y extrema derecha, particularmente en Italia, con los terrorismos rojo y negro que asolaron el país transalpino en los años 1970s.

En la entrevista posterior, 2El novelista frente al terrorismo”, Roncesvalles Labiano profesora de la Universidad de Navarra entrevistó a la escritora donostiarra Luisa Etxenike, autora de varios libros con la temática del terrorismo abertzale de fondo. Etxenike denunció la “falta de una reflexión sobre la violencia” reiterando que en los colegios del País Vasco “no se hace lo suficiente para la condena moral a ETA”.

En la mesa redonda sobre “Divulgación” participaron el editor retirado de la editorial Tecnos, Manuel González Moreno; Alejandra Ibarra (Arovite), Eduardo Mateo (Fundación Fernando Buesa) y Carlos Igualada (OIET). González Moreno remarcó que “la Transición fue el periodo decisivo del terrorismo” con el libro en la mano de “1980. El terrorismo contra la Transición” editado por Tecnos, bajo la coordinación de Gaizka Fernández Soldevilla y del Memorial. Ale Ibarra explicó que AROVITE “es un archivo online sobre el terrorismo en Euskadi, iniciado en 2013, con actualizaciones y mejoras permanentes y una gran variedad de contenidos”. Eduardo Mateo de la Fundación Fernando Buesa expuso las nuevas maneras de trabajar sobre la memoria con iniciativas propias o comunes con el Memorial, como cómics, juegos o un glosario digital de términos, porque considera “fundamental educar a los más jóvenes para deslegitimar la violencia en una sociedad frágil sin referentes éticos”. Por último, Carlos Igualada del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET) reiteró la necesidad de incidir en la educación de los más jóvenes porque “esta amnesia colectiva ha provocado recientemente que los jóvenes no sepan ni quién fue Miguel Ángel Blanco. Esto simboliza el miedo que tuvo la sociedad al terrorismo”.

El curso finalizó con la mesa redonda “Víctimas, escritura y superación”, en la que tomaron parte Ramón González, superviviente del atentado yihadista en París, en 2015, a la sala Bataclan e Irene Villa, superviviente con 12 años, junto a su madre, a un atentado de ETA en Madrid en 1991. Ambos son autores de libros propios en los que narran sus experiencias durante los atentados y la superación física y psicológica de sus consecuencias. Irene Villa en un tono muy positivo planteó profundas reflexiones treinta y un años después como que “la vida no deja de darme lecciones, pero la principal es que hay cambios abruptos, inesperados, trágicos, que nos obligan a empezar de cero”. Irene Villa contó cómo después del atentado en el que su madre perdió un brazo y una pierna, y ella las dos piernas y tres dedos de la mano izquierda, las dos decidieron salir juntas de aquella dura situación optando por la felicidad y el optimismo: “Mi madre y yo hemos decidido ser felices. El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional”. Ramón González narró su experiencia en la sala Bataclan donde lo que iba a ser un concierto, la noche del 13 de noviembre de 2015, terminó siendo una masacre yihadista con 131 muertos. Contaba cómo empezó a ser consciente del comienzo de la matanza indiscriminada: “después de 8 ó 9 canciones empecé a oír lo que era un tableteo continúo. Nos tiramos al suelo. En un minuto me di cuenta de lo que era”. Después de unos minutos interminables tumbado levantó la cabeza y vio a los tres terroristas: “instintivamente me levanté y eché a correr en dirección contraria. Fui bastante temerario”. Tuvo la fortuna de esconderse en un camerino durante casi dos horas junto a 80 personas más, hasta que fueron rescatados por la Policía francesa.

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