Día de la Memoria 2020 denunciando la revictimización de los actos de bienvenida a presos etarras
La Delegación del Gobierno en Euskadi y el Centro Memorial han celebrado en Vitoria un acto común con motivo del Día de la Memoria, con las víctimas como principales protagonistas, y con un día de antelación a la efeméride que se celebra cada 10 de noviembre, desde su instauración en 2010 con el socialista Patxi López de lehendakari. La conmemoración ha tenido lugar con restricciones de público, debido a la Covid. Junto a los periodistas que cubrían el acto han estado presentes los tres subdelegados provinciales.
Las tres víctimas que han ofrecido su testimonio han sido, por este orden, Lorena Díez Elorza, hermana de Jorge Díez, ertzaina escolta del político Fernando Buesa, y que fue asesinado el 22 de febrero de 2000; Iván Ramos, hijo de Maite Torrano, militante socialista asesinada en un ataque contra la Casa del Pueblo de Portugalete en 1987; y Francisco Javier Sáenz Martínez, hijo de exguardia civil y portero de la fábrica de Michelin. Alejandro Sáenz Sánchez, asesinado por ETA en 1985 en Lasarte. También han tomado la palabra han tomado también la palabra el director del Memorial, Florencio Domínguez, y el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso.
Lorena Díez Elorza se pregunta si había que mirar al futuro. Y se respondía que sí, pero siempre “narrando la verdad: unos mataron y otros murieron”. Asimismo, pedía que se aplicase la ley con contundencia y se evitasen los actos de homenaje a terroristas excarcelados, calificados por ella de “inhumanos”.
Iván Ramos recordaba cómo en 1994 tuvo que soportar que homenajearan a uno de los asesinos de su madre cuando salió de la cárcel, subrayando que los actos de bienvenida a los reclusos excarcelados de ETA “lo único que hacen es remover y revictimizar” a las víctimas. En este sentido no solo ha lamentado que se celebren, sino que “se consientan”, haciendo un llamamiento a los partidos políticos para hacer frente a estos actos y que los herederos de ETA dejen de apoyarlos.
Por su parte, Francisco Javier Sáenz ha denunciado “el silencio y la soledad” que tuvo que vivir con su familia tras el asesinato de su padre, su último día laboral antes de jubilarse. Además, ha criticado a quienes “blanquean” la historia ETA, haciendo alusión al polémico documental de Thomas Lacoste emitido por Euskal Telebista en el que no se da voz a las víctimas y “quedan como buenos quienes mataron”.
Florencio Domínguez ha insistido en que haya que seguir trabajando “para deslegitimar el terrorismo pasado y evitar que pueda quedar cualquier clase de justificación social porque todavía hoy se producen justificaciones del terrorismo cuando se homenajea a miembros de ETA en el espacio público”. En palabras del director del Memorial, esos actos de recibimiento son “un ataque a la convivencia porque se exaltan comportamientos y valores incompatibles con una sociedad democrática”. El director del Memorial ha recordado el sentido que las instituciones vascas quisieron imprimir al Día de la Memoria cuando acordaron celebrarlo el 10 de noviembre: “Convertir la memoria de las víctimas del terrorismo en el referente de un futuro en paz, basado en la libertad, la tolerancia, la justicia y el respeto al pluralismo”.
El delegado del Gobierno, Denis Itxaso ha reclamado que acaben ya los actos de bienvenida a los expresos de ETA, al tiempo que ha apostado por abandonar “las tentaciones por reinterpretar la historia” para dar paso “a la misma historia”. Itxaso ha hecho un llamamiento especial a los sucesores de ETA y Batasuna: “estos sórdidos homenajes a quienes asesinaron no tratan tanto de enaltecer el terror y la muerte, como mantener supurando una herida que dé sentido a la impiedad y a la cobardía de quienes hicieron del plomo el peso de sus argumentos”.
Tras las intervenciones, June Aguirre, alumna del Conservatorio “Jesús Guridi” de Vitoria ha interpretado a guitarra dos piezas: “Capricho árabe” y “El columpio” de Francisco Tárrega.
