Saltear al contenido principal

VI Jornada Memorial-Instituto Foronda sobre artes plásticas y memoria

VI Jornada Memorial-Instituto Foronda Sobre Artes Plásticas Y Memoria

El Instituto de Historia Social Valentín de Foronda (vinculado a la Universidad del País Vasco) y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo organizaron su sexta jornada conjunta el 31 de octubre, dedicada a las artes plásticas y la memoria del terrorismo. Una actividad reivindicativa frente a los que impulsan exposiciones artísticas de terroristas presos.

El acto fue presentado por Raúl López Romo y moderado por el profesor de la UPV-EHU Mikel Iriondo Aranguren, con la intervención de tres ponentes: Aixa Portero, José Ibarrola y Carlos Colomo. Los tres creadores, con vidas muy marcadas con el terrorismo, compartieron sus experiencias artísticas con el público asistente. Todos ellos reflexionaron sobre cómo se responde al terrorismo desde el arte, particularmente cuando se ha sufrido de cerca, como es el caso; y por qué hay tan pocas obras de denuncia de este fenómeno, siendo sus autores a menudo víctimas al mismo tiempo.

Aixa es profesora de Bellas Artes en la Universidad de Granada e hija del fiscal Luis Portero, asesinado por ETA en Granada, el 9 de octubre de 2000. Relató el momento en que se encontró con el cadáver de su padre al que cogió una mano. Esta vivencia tuvo una plasmación posterior en una exposición, “Re-bajas de la inocencia”. En la muestra incluyó un reloj de arena que dejaba caer muñecos del Día de los Inocentes, símbolo de las víctimas del terrorismo. La exhibición artística tuvo tres escenarios diferentes, San Diego (California), Granada y Bilbao, con respuestas del público muy dispares, según su percepción del terrorismo etarra. La docente universitaria malagueña quería mandar el siguiente mensaje a la banda terrorista: “Conmigo no vais a poder y voy a seguir trabajando en esta línea de reconstrucción, de canto a la vida, de reconstruir la memoria de las personas asesinadas”.

José, hijo de Agustín Ibarrola, es artista plástico (pintor, escultor, viñetista). Su destino profesional siempre ha estado marcado por el apellido paterno. Contó cómo el régimen franquista llegó a prohibir una exposición de su padre, de la corriente del realismo socialista, solo por el hecho de presentar tonalidades rojas, blancas y verdes. Tiempo después, en 1976, según Ibarrola, “unos guerrilleros de Cristo Rey que eran guardias civiles” quemaron el caserío familiar que utilizaban su padre y él como estudio de verano. Allí ardió toda su obra. Siguiendo el relato de José Ibarrola, la Transición fue marginando a artistas comprometidos como su progenitor, “fueron desapareciendo y quedaron en la orilla por gente dispuesta a medrar”, y también por el “silencio institucional”, lo que llevó a Agustín Ibarrola a pinta el Bosque de Oma como una “terapia personal”. Por otro lado, quiso destacar que los artistas han vivido “al margen de la realidad oficial” y que “en cuanto te salías de la tribu, te quedabas extramuros y ahí se pasaba mucho frío”.

Carlos es escultor y hermano de Jesús María Colomo, un hostelero asesinado por ETA el 21 de julio de 1979 en Beasain. A raíz del crimen, la familia se marchó a vivir a Barcelona, donde según Colomo, su padre vivió una dura “lucha emocional contra el odio” que se apoderó de él “como una emoción extraordinariamente poderosa y perversa”. Posteriormente leyó una serie de reflexiones concluyendo que no creía que, desde el arte, “haya que dar respuesta a las víctimas del terrorismo”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba