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Presentación en Vitoria de la novela “Una tumba en el aire”, de Adolfo García Ortega

Presentación En Vitoria De La Novela “Una Tumba En El Aire”, De Adolfo García Ortega

La Fundación Fernando Buesa y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo organizaron en Vitoria la primera presentación en el País Vasco de la novela “Una tumba en el aire”, de Adolfo García Ortega. La undécima novela del escritor vallisoletano relata las vidas truncadas de tres jóvenes gallegos residentes en Irún, a los que, en 1973, ETA secuestró, torturó y asesinó al confundirlos con policías españoles en el sur de Francia. Es uno de los grandes crímenes ocultos de la banda terrorista que nunca reconoció su autoría ni desveló el lugar en el que fueron ocultados los cuerpos sin vida de los malogrados Humberto, Fernando y Jorge, quienes habían cruzado la frontera para ir a ver una película prohibida en España y tomar unas copas en varios bares. Al acto acudió también Coral Rodríguez Fouz, sobrina de uno de los desaparecidos (Humberto Fouz) y quizá la persona que más ha luchado por la memoria y la búsqueda de los cuerpos de los tres amigos asesinados. Coral Rodríguez, médico en un hospital coruñés, fue concejal en Éibar, parlamentaria vasca y senadora con el PSE-EE (PSOE), cargos desde los que trabajó por la verdad en este caso pésimamente investigado. A ella se unieron en el acto de presentación Faustino López de Foronda, por la Fundación Fernando Buesa; Florencio Domínguez, director del Memorial, y el autor de la novela.

Faustino López de Foronda destacó el “gran valor” de esta obra, resultado de “un gran trabajo de investigación”. Subrayó que es “una historia dura” en la que contrastan la gran amistad que unía a los tres jóvenes desaparecidos, con los etarras que les atacaron, “personajes tan siniestros como Peixoto [José Manuel Pagoaga Gallastegui] y Tomás Pérez Revilla [Hueso o Tomasón]”.

Florencio Domínguez calificó la obra como “una novela rara” matizando que se trata de un libro del que ya se conoce el final y el principio, pero que a pesar de ello “la seguimos con la misma pasión e interés de no saber nada”. Domínguez destacó “la buena trama argumental y el excelente texto literario” que reconstruyen la historia “como un relato verosímil”. La intervención de Coral Rodríguez Fouz estuvo cargada de emotividad. Comenzó contando cómo la novela comenzó a gestarse en marzo de 2017, cuando Adolfo García Ortega contactó con ella en La Coruña. El escritor le aseguró que obras así contribuyen a que la memoria “quede fijada en el tiempo a través de la literatura, que lo vuelve todo real”. Rodríguez Fouz exhibió sus “tesoros más valiosos” vinculados al recuerdo a su tío Humberto. Son un libro de él, “El ruso sin esfuerzo”, una postal enviada a su madre desde Ginebra en 1970 en la que escribía “unos besos dirigidos a Coralín”, que ella siempre llevará en el alma.

Por último, tomó la palabra Adolfo García explicando cómo comenzó a escribir esta obra. Primero se documentó leyendo todo lo que encontraba sobre el caso. Y posteriormente recurrió a entrevistas y encuentros con todo tipo de fuentes (etarras, policías, periodistas, etc.), cuyos testimonios fue guardando con nombres en clave y “escrupulosa discreción”, en un diario del que leyó algunos fragmentos a los presentes. Reveló que nadie vinculado a ETA en esa época fue capaz de reconocer el triple asesinato, excepto un exetarra que en un descuido confesó: “Ahí nos pasamos. Fue un error. Se nos fue de las manos. Lo hicimos mal”.

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