Presentación en Madrid del libro “Dinamita, tuercas y mentiras. El atentado de la cafetería Rolando”
El salón de actos abarrotado de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) fue el escenario de la primera presentación del libro “Dinamita, tuercas y mentiras. El atentado de la cafetería Rolando” de Gaizka Fernández Soldevilla y Ana Escauriaza, el pasado 11 de septiembre.
El libro publicado por la Editorial Tecnos y el Memorial se presentaba por primera vez en Madrid cuando estaban a punto de cumplirse los 50 años del primer atentado indiscriminado de ETA en el que la banda terrorista dejó el mayor número de víctimas mortales, precisamente en la ciudad española donde más asesinatos registró. En la mesa, los autores del libro y el cineasta Abel García Roure como presentador, recordando que esta publicación es “un hito” porque, en aniversarios redondos, siempre es una oportunidad para “rendir homenaje a las víctimas” y para impulsar otras publicaciones similares. García Roure subrayó “la minuciosidad y el rigor” de los autores, porque permite “haber desentrañado todos los cabos sueltos y revelar incógnitas y mentiras” en la autoría del crimen múltiple, en su opinión “cubierta por un montón de falsedades”.
Gaizka Fernández Soldevilla, doctor en Historia Contemporánea, autor de diversas publicaciones sobre el terrorismo y responsable de Archivo del Memorial, ha trabajado a fondo la investigación sobre los perpetradores del atentado y por ello explicó todos los detalles de la colocación y explosión de la bomba, el viernes, 13 de septiembre de 1974: “No fue un error. Habían elegido el momento de la comida para causar el mayor daño posible, sabían lo que estaban haciendo”. La pareja de terroristas franceses que colocó la maleta con la bomba con “entre 5 y 8 kilos de dinamita y 1.000 tuercas de 2 centímetros, que son como mil disparos” conocían qué tipo de público acudía cada día a comer al restaurante Rolando, entre “las 2:15 y las 2:45” y fueron a hacer “el mayor daño posible”. Fernández Soldevilla recordó que ETA no reivindicó ese atentado hasta 2018, casi 44 años después, y que “ni los autores intelectuales ni los materiales han reconocido lo que hicieron”. “Jamás han pedido perdón. Sería la mejor vacuna contra el fanatismo” dijo Gaizka Fernández con firmeza.
Ana Escauriaza, doctora en Historia Contemporáneo y graduada en graduada en Historia y Periodismo por la Universidad de Navarra, repasó los perfiles de las 13 víctimas mortales del atentado de la calle del Correo de Madrid subrayando el objetivo de este libro de “recuperar, honrar y plasmar, fundamentalmente, la memoria de las víctimas”. Escauriaza reveló que los autores de este trabajo “queríamos que tuvieran nombre y apellidos, y un `pasado, para no correr el riesgo de quedarnos en números”. La investigadora de la Universidad de Navarra, concluyó más adelante que fue “un atentado indiscriminado” y que “el objetivo de la banda era el terror como una baza de presión”.
Sinopsis
El viernes 13 de septiembre de 1974 una pareja de jóvenes franceses colocó una bomba de relojería en el comedor de la cafetería Rolando (Madrid), situada al lado de la Puerta del Sol y de la Dirección General de Seguridad. El artefacto, compuesto de dinamita goma 2E-C y 1.000 tuercas como metralla, se activó a las 14:30 horas. La explosión acabó con la vida de 11 personas y causó lesiones a más de 70. Debido a las graves secuelas que arrastraban, dos de los heridos fallecieron posteriormente: Gerardo García Pérez el 29 de septiembre y Félix Ayuso Pinel, el único policía de la lista, el 11 de enero de 1977. El primer atentado indiscriminado de ETA arrojó un balance final de 13 víctimas mortales y unos 70 heridos. Al enterarse del resultado de sus planes, la dirección de la banda no solo negó su responsabilidad, sino que acusó a la ultraderecha y a la dictadura franquista de haber cometido la masacre.
El nacionalismo vasco radical, parte de la oposición e incluso figuras de prestigio internacional contribuyeron a difundir las teorías de la conspiración sobre lo ocurrido en la calle del Correo. ETA no asumió la autoría del atentado hasta 2018. Con el hilo conductor de aquella matanza, los historiadores Gaizka Fernández y Ana Escauriaza estudian la actividad de la organización durante el tardofranquismo: sus contactos internacionales, la red de colaboradores madrileños de Eva Forest, la estrategia de acción-reacción-acción, el magnicidio del presidente Carrero Blanco, el fracaso de las grandes operaciones del verano de 1974, los preparativos y la ejecución del atentado de la cafetería Rolando, sus consecuencias, la respuesta represiva del régimen, la instrucción judicial y el cisma de ETA. El mayor mérito de la presente obra es su empeño en recuperar la memoria de las víctimas de la masacre y de sus familiares, que hasta ahora habían sido los grandes olvidados en esta trágica historia.
Gaizka Fernández Soldevilla
Doctor en Historia Contemporánea por la Universidad del País Vasco, trabaja como responsable del Área de Archivo, Investigación y Documentación del Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo. Ha sido guionista o asesor de varios documentales y coordinador de distintos proyectos de investigación. Colabora habitualmente con el diario El Correo y con publicaciones académicas. Forma parte del Consejo de Redacción de la revista Grand Place.
Ana Escauriaza Escudero
Graduada en Historia y Periodismo por la Universidad de Navarra, máster de investigación por la Universidad de Valladolid y doctora en Historia Contemporánea en la Universidad del País Vasco. En 2022 publicó “Violencia, silencio y resistencia. ETA y la Universidad (1959-2011)”. En la actualidad trabaja como investigadora y docente en la Universidad de Navarra. Sus temas de investigación son sobre terrorismo, movimientos estudiantiles y la relación entre violencia y religión.