Presentación en Bilbao de “ETA, yo te absuelvo” de Pedro Ontoso
La conmemoración del 50ª aniversario del Proceso de Burgos llevó al periodista Pedro Ontoso a escribir un libro sobre el tema. El título “ETA, yo te absuelvo. El papel clave de la Iglesia en el proceso de Burgos” lo toma el autor de la confidencia de Teo Uriarte, uno de los procesados, en la que contaba cómo un sacerdote le absolvía en caso de recurriese a la violencia.
El consejo de guerra de la capital castellana contra 16 militantes de ETA, en diciembre de 1970, a los que se juzgaba por el asesinato del inspector Melitón Manzanas en Irún, dos años antes, condenó a nueves penas de muerte a 6 de los activistas que posteriormente serían conmutadas por largas penas de prisión. El juicio se volvió contra la dictadura franquista, que comenzó un proceso de descomposición irreversible, mientras la banda terrorista, prácticamente desarticulada, comenzó un resurgimiento que se traduciría con los años en una escalada criminal creciente e imparable.
La presentación del último trabajo de Pedro Ontoso, editado por Ediciones Beta y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, corrió a cargo del analista político Kepa Aulestia, y el historiador y responsable del área de Archivo, Investigación y Documentación del Memorial, Gaizka Fernández Soldevilla. El Aula de Cultura del diario El Correo llevó el acto ante un numeroso público, a pesar de las restricciones, a la bilbaína biblioteca de Bidebarrieta.
Kepa Aulestia aseguró que en el Proceso de Burgos se unen dos religiones: “la que heredamos de nuestros mayores, y la violencia como religión de sustitución a la heredada”. El escritor ondarrés hizo un análisis un tanto filosófico del proceso desde “la culpa, el juicio y el perdón”. Gaizka Fernández denuncio el “mito legitimador” de sectores políticos “muy determinados” que, aprovechando esta efeméride, han ofrecido una versión “simplista y sectaria” para justificar los años posteriores de terrorismo.
Por último, Pedro Ontoso hizo referencia al papel de la Iglesia católica vasca en el proceso, y posteriormente con respecto al terrorismo abertzale, aclarando que hubo un sector minoritario eclesiástico claramente opuesto a la violencia etarra, frente a una mayoría silente o cómplice. Ontoso, tras estudiar en profundidad el caso, llega a la conclusión de que “rascabas un poco y aparecía una sotana”, para ilustrar la presencia omnipresente de la Iglesia. El que fuera director adjunto de El Correo trata de plantear también respuestas a la pregunta ¿es lícita una respuesta violenta a un régimen violento?
