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Gogora y Memorial exigen la verdad sobre el paradero de 3 jóvenes secuestrados, torturados y asesinados por ETA en 1973

Gogora Y Memorial Exigen La Verdad Sobre El Paradero De 3 Jóvenes Secuestrados, Torturados Y Asesinados Por ETA En 1973

El 24 de marzo de 1973, se perdió la pista en el País Vasco francés de José Humberto Fouz Escobero (28 años), Jorge García Carneiro (23 años) y Fernando Quiroga Veiga (25 años). Los tres amigos, coruñeses de nacimiento y vecinos de Irún habían cruzado la frontera para ver en Biarritz la película, ‘El último tango en París‘ y ahí se pierde su pista. La información sobre el secuestro, tortura y asesinato por miembros de ETA que los confundieron con policías españoles, parte de testimonios de Mikel Lejarza, ‘El Lobo’, un conocido infiltrado en las filas de la banda terrorista.

Medio siglo después las familias de los jóvenes siguen sin saber sobre su paradero final y el de sus restos. Por ello, el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos del Gobierno Vasco organizaron un homenaje en la sede del Memorial en Vitoria, el mismo día de la efeméride para reivindicar unidos que “es la hora de la verdad”. El acto que escenifica esta exigencia institucional unánime comenzó con palabras del director del Memorial, Florencio Domínguez apelando a la “media docena de personas” que “fueron testigos o protagonistas y que siguen vivos” para que, siguiendo el ejemplo del IRA, que aclaró en su disolución el paradero de “una docena de desapariciones”, hagan lo mismo por “humanidad y ante quien quieran y de la forma que deseen, desde el anonimato”.

En nombre de las tres familias habló Coral Rodríguez Fouz, sobrina de Humberto Fouz, quien emocionó al auditorio cuando leyó una carta dirigida a su tío, llena de guiños y recuerdos familiares, como “los besos de una postal , tus notas de ruso en un cuaderno y las cuartillas amarillas de tus escritos”. Después, la exparlamentaria vasca del PSE lamentó “el muro de silencio” que ha impedido conocer qué pasó todo este tiempo reiterando que “es la hora de la verdad”. Se lo exigió “directamente a los asesinos que aún siguen vivos, a quienes compartieron confidencias con ellos, a los líderes de la izquierda abertzale que los jalearon, a todos los que saben quién sabe y a todos los que siguen callando, que digan de una vez por todas la verdad, que digan dónde se deshicieron de los tres cadáveres”. Citó, entre otros aludidos, a Isidro Garalde, ‘Mamarru’, a Iñaki Mujika Arregi, ‘Ezkerra’, a Josu Ternera, Arnaldo Otegi y Rufi Etxeberria para que “digan lo que saben y que se sepa dónde están sus cuerpos”. “La omertá siciliana se ha cernido con toda su crudeza sobre este caso, regada por un amplio grupo de cobardes que han prolongado el insomnio de familias que no saben dónde están”, denunció Denis Itxaso, delegado del Gobierno en Euskadi.

Por otro lado, el escritor Adolfo García Ortega, autor de ‘Una tumba en el aire’, un exhaustivo trabajo novelado sobre el tema, confió en que “tarde o temprano saldrá la verdad” reclamando emocionado a quien estuvo detrás de estos crímenes que “tenga un poco de conciencia” y “asuma su responsabilidad”. En nombre del Gobierno Vasco, el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz contextualizó el caso en el final de la dictadura franquista denunciando que “ETA los hizo desaparecer y no lo reconoció nunca. No hay cuerpos, no hay tumbas, no hay flores. Debe haber un compromiso de estar más cerca y acompaña mejor a las víctimas”. Rodríguez Ranz exigió “una verdad que no caduca” uniéndose a la petición de que se sepa el paradero de los restos de los tres desaparecidos. Los familiares de las víctimas recogieron del Gobierno Vasco un recuerdo, un metacrilato que enmarca las fotografías de los suyos, y después escucharon junto al resto de los asistentes para cerrar unas emotivas notas de dos violines del conservatorio vitoriano “Jesús Guridi”, que interpretaron piezas de Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich Händel.

El acto contó con la presencia de: Bakartxo Tejeria, presidenta del Parlamento Vasco; el alcalde de Vitoria-Gasteiz, Gorka Urtaran, y el presidente de las Juntas Generales de Álava, Pedro Elosegi. En representación del Gobierno vasco asistieron la vicelehendakari segunda Idoia Mendia, patrona del Memorial, y la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro. Por el Gobierno de Navarra acudieron Ana Ollo, consejera de Relaciones Ciudadanas y Blanca Burusko, jefa de la Oficina de Atención a Víctímas del ejecutivo foral. También parlamentarios miembros de la comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco; representantes del Consejo Vasco de Participación de Víctimas, Covite y la Fundación Fernando Buesa, así como los máximos responsables de Policía Nacional, Guardia Civil y Defensa en el País Vasco.

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