Saltear al contenido principal

Exposición “Cincuenta años de plomo. 1975-2025, la senda sangrienta de los GRAPO” hasta el 11 de enero

Exposición “Cincuenta Años De Plomo. 1975-2025, La Senda Sangrienta De Los GRAPO” Hasta El 11 De Enero

El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo inauguró el pasado 1 de octubre la exposición “Cincuenta años de plomo. 1975-2025, la senda sangrienta de los GRAPO”, precisamente en la fecha en la que los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre cumplían medio siglo de su “presentación pública” con el asesinato de cuatro agentes de la Policía Armada, integrando la fatídica fecha en su denominación. En el acto de apertura tomaron parte Raúl López Romo, por el Memorial, Carmen Ladrón de Guevara, comisaria de la exposición y Lidia Ortega Ortega, hija del policía nacional Bernardino Ortega Ransariz, asesinado por los GRAPO en Madrid, el 4 de octubre de 1988. Estuvieron también presentes otras víctimas de los GRAPO como Marcelina Ortiz Cruz, herida de bomba en Madrid, el 7 de julio de 1984. Eva María Torrebejano, hija del policía nacional Juan Torrebejano Hita, que quedó tetrapléjico durante casi cuarenta años tras un atentado en Sevilla, el 9 de mayo de 1979, donde fue asesinado el policía nacional Juan Manuel Torres León. María Pilar Sánchez Blázquez, hija de Casimiro Sánchez García, guardia civil asesinado en Madrid, el 2 de agosto de 1975. Fue la primera víctima mortal del grupo terrorista. Pedro Antonio Castelló Dosaigües, hijo de Antonio Castelló vital, vigilante de seguridad asesinado en Valencia, el 26 de enero de 1979. Y Bernabé Martín Hernández, policía nacional herido por la explosión de una bomba en la sede de Barcelona del diario El Mundo, el 29 de septiembre de 2000.

Raúl López Romo destacó que los GRAPO “fueron la organización de extrema izquierda que más víctimas causó en toda Europa”, antes de advertir que “el GRAPO sigue haciendo proselitismo y el llamado ‘camarada Arenas’ defendió hace pocos días en Portugalete que no tienen motivos para arrepentirse”. López Romo también resaltó que las víctimas del GRAPO no han recibido la misma atención que las de ETA: “Han estado demasiado tiempo en la sombra”, reivindicando “una memoria que arrope a las víctimas y evite el blanqueo” de la organización terrorista. Carmen Ladrón de Guevara, abogada de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y autora de un libro sobre los damnificados por grupos armados de extrema izquierda, confesó que “con esta muestra quería contar la senda sangrienta de la banda y que esta exposición fuese un homenaje a sus víctimas”. La también profesora universitaria recordó que “en 2006 fui por primera vez a un juicio de los GRAPO y vi en mi casa que nadie sabía quiénes eran y qué habían hecho y quería saldar esa deuda”.

Lidia Ortega defendió con emoción su historia recordando “una infancia robada y un vacío imposible de llenar desde un día que mi padre se fue a trabajar y le mataron por cumplir con su deber”. Como reflexión aportó que no guarda rencor “porque decidí vivir sin odio, que no quiere decir que no duela o que se pueda olvidar”. E insistió en la necesidad de que “mis hijos y todos los jóvenes conozcan lo que pasó y que hablemos de ello porque, de lo que no se habla, no existe”. En ese sentido, pidió “que se escuche alta y clara, nuestra voz”. Y zanjó con un conmovedor “gracias por darnos memoria”.

La muestra recorre la trayectoria de los GRAPO vinculados inicialmente como “sección técnica” al Partido Comunista de España (Reconstituido) (PCE-r), fundado en el verano de 1975 y de inspiración maoísta. Su objetivo era subvertir el orden político y económico mediante acciones terroristas que incluían asesinatos, extorsiones, secuestros, atracos y atentados con explosivos, con el objetivo de implantar violentamente un régimen marxista-leninista. Entre 1975 y 2006 provocaron más de un millar de atentados, con 93 víctimas mortales y casi un centenar de heridos, siendo el tercer grupo terrorista en Europa con más asesinatos tras los grupos armados norirlandeses y ETA. Las acciones policiales y judiciales, culminadas con la disolución del PCE-r en 2006, condujeron al cese de la violencia, pero no del anuncio de disolución de los GRAPO. Todavía se mantienen sus espacios de propaganda y proselitismo vinculados a su legado.

El recorrido expositivo tiene sus principales hitos en las explicaciones sobre el PCE-r, el papel de la propaganda con publicaciones, carteles y pegatinas; la acción de la justicia, los secuestros, sus métodos y sus víctimas. También se exhiben dos dioramas que representan un atentado contra un vehículo blindado en Vigo en 2000 y una reproducción de la casa en las cercanías de Lyon (Francia) donde tuvieron secuestrado al empresario Publio Cordón en 1995. Además, el Memorial ha producido dos vídeos colgados en su canal de YouTube https://www.youtube.com/@centromemorialvictimasdelt4750  con información sobre los GRAPO y con testimonios de víctimas del terrorismo de este grupo armado.

La exposición “Cincuenta años de plomo. 1975-2025, la senda sangrienta de los GRAPO” estará abierta al público en el segundo piso del Memorial, hasta el próximo 11 de enero de 2026, en los horarios de apertura al público del museo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba