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Abierta hasta el 22 de septiembre en el Memorial la exposición “ROLANDO 2:15 – 2:45. 50 años de la primera masacre de ETA

Abierta Hasta El 22 De Septiembre En El Memorial La Exposición “ROLANDO 2:15 – 2:45. 50 Años De La Primera Masacre De ETA

El pasado 4 de julio, el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo inauguró en su sede de Vitoria, la primera exposición sobre el atentado de ETA que más víctimas dejó de en Madrid, cuando se van a cumplir 50 años. La capital de España fue la ciudad en la que más víctimas mortales registró la organización terrorista, y el atentado de la cafetería Rolando fue en el que más personas fueron asesinadas. En acto de inauguración tomaron parte Gaizka Fernández Soldevilla, comisario de la muestra y responsable del Área de Archivo, Investigación y Documentación del Memorial; Alicia Gómez Condado, hija de Francisco Gómez Vaquero, una de las víctimas, y María Jesús San José, consejera de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno Vasco.

En su primera intervención en un acto del Centro Memorial desde que es consejera, San José reiteró el compromiso de su departamento para impulsar “una memoria basada en el rigor histórico” y con las víctimas como referentes. La titular de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno Vasco advirtió de que “Euskadi no está definitivamente vacunada” contra la violencia y lo ejemplificó en “las pintadas amenazantes absolutamente inaceptables contra (el consejero de Seguridad) Zupiria o cuando un menor simula disparar contra un cabezudo que representaba a un guardia civil”. San José se preguntó “cuánto odio queda escondido en los hogares y cómo debemos atajarlo”. Y zanjó que “la dictadura no justificó el terrorismo ni éste otras vulneraciones de derechos humanos”. La consejera hizo un balance de lo que significó el atentado de la calle del Correo de Madrid, y el rastro de 13 víctimas mortales y 70 heridas, señalando a la figura de su antiguo colaborador e histórico militante antifranquista, Mikel Unzalu, fallecido hace tres años. A través de su recuerdo, señaló que aquel crimen supuso una reacción, que pesó sobre su conciencia, para admitir lo erróneo del camino de la violencia, “que incluso durante el franquismo, tampoco antes de ese brutal crimen, nadie debió ser asesinado: ningún torturador, ningún terrorista”. “Que la dictadura no justificó el terrorismo, el terrorismo no justificó nunca ninguna otra violación de los derechos humanos”, destacó.

La parte más emotiva fue la de las palabras de Alicia Gómez Condado, que hablaba por primera vez en público de su padre, Francisco Gómez Vaquero, cocinero de la Rolando asesinado por ETA:

“Era viernes, 13 de septiembre de 1974, cuando sobre las dos y media de la tarde se perpetró el atentado que nos cambiaría para siempre. La madrileña calle del Correo se llenó de escombros, de dolor y vidas y sueños truncados”, recordó. Las víctimas tuvieron que “aprender a vivir de otra manera”, unos con “heridas físicas y psicológicas perpetuas” y las familias de los muertos “con la soledad impuesta de los ausentes”. “Todos con el alma rota”, con “una mochila llena de rabia y de preguntas sin respuesta”, pero también con “dignidad”, relató. Palabras que fueron acogidas con lágrimas de emoción por parte de su madre, hermana, esposo e hijos, así como por otros familiares de víctimas presentes en el salón de actos del Memorial. Alicia Gómez sintió siempre “soledad” y “la sensación de ser las victimas olvidadas”, pese a lo cual mantuvo la “fe en que los valores democráticos, la libertad y la unidad institucional acabaran con la barbarie y la sinrazón de ETA”. “Al final, como en las películas, ganaron los buenos”, recalcó.

El viernes 13 de septiembre de 1974, a las 14:30 horas, una potente bomba reforzada con metralla explotó en el comedor de la cafetería Rolando, en la calle del Correo, junto a la madrileña Puerta del Sol. Ese día murieron 11 personas y más de 70 resultaron heridas. Debido a las secuelas físicas, Gerardo García Pérez falleció el 29 de septiembre de 1974 y el inspector de Policía Félix Ayuso Pinel, el único policía de la lista de víctimas, murió el 11 de enero de 1977. Así, el balance final de la matanza de Rolando ascendió a 13 víctimas mortales. Fue el primer atentado masivo e indiscriminado de la larga historia de ETA. Sin embargo, como hizo tantas otras veces, la banda terrorista mató y mintió. En vez de reivindicar el crimen, culpó a la ultraderecha y al régimen franquista. No reconoció su responsabilidad hasta 2018.

Los supervivientes y los familiares de los fallecidos se sienten los grandes olvidados de la historia de la primera masacre de ETA porque nunca fueron resarcidos jurídicamente y tuvieron que contemplar la impunidad absoluta en las que han vivido los asesinos. En memoria de esas víctimas, el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo ha organizado e impulsado la exposición “ROLANDO 2:15 – 2:45. 50 años de la primera masacre de ETA”. Rolando 2:15-2:45 es una anotación que la policía encontró en la agenda del etarra José María Arruabarrena Esnaola, Tanque, con la franja horaria del mediodía con mayor afluencia de público a la cafetería Rolando.

La exposición está estructurada en 22 paneles, en euskera y castellano (con códigos QR que aportan más información) haciendo referencia a los diferentes hitos del atentado y contando también las historias de las 13 víctimas mortales. Uno de los paneles hace referencia a los héroes, las personas que dieron lo mejor de sí mismas entre vecinos, empleados de los establecimientos afectados, bomberos, policías, sanitarios, taxistas, etc. Su rápida, efectiva y desinteresada actuación salvó una cantidad incalculable de vidas.

En la muestra hay también elementos vinculados al comando que perpetró el crimen masivo, como una maqueta de los locales afectados por la explosión, una reproducción de la maleta-bomba utilizada, uniformes de la época de los servicios sanitarios y bomberos, así como planos, anotaciones, objetos personales, billetes de tren, facturas y manuales de instrucciones utilizados por ETA para perpetrar la matanza, entre otros.

La muestra está comisariada por Gaizka Fernández Soldevilla y Ana Escauriaza Escudero, investigadora, graduada en Historia y Periodismo por la Universidad de Navarra, y doctora en Historia Contemporánea en la Universidad del País Vasco (UPV-EHU)

Estará abierta hasta el próximo 22 de septiembre.

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