El Memorial celebra el Día de la Memoria 2023 en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz
“Estamos conmemorando el día de la memoria porque hace 13 años, un 24 de mayo de 2010, el conjunto de las instituciones vascas, el Gobierno, el Parlamento, las juntas generales y la asociación de municipios alcanzaron un acuerdo para que el 10 de noviembre se dedicara al recuerdo de las víctimas del terrorismo. Hicieron también un llamamiento para que todas las instituciones organizaran algún tipo de acto con este objetivo”.
Con estas palabras, Florencio Domínguez, director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo explicaba el espíritu del Día de la Memoria en el País Vasco, que este año el Memorial ha celebrado en el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Domínguez ha recordado que este acto se dedicaba a la concienciación de los jóvenes sobre la existencia del terrorismo, desde actividades académicas y testimonios de damnificado por la violencia. “Al hablar del futuro, hay que hablar de los jóvenes. Es una realidad que no conocen el terrorismo. No lo padecieron, pero lo deben conocer. Hace falta lograr que tengan ese conocimiento para que empaticen con las víctimas y no con los verdugos”, concretó. Una tarea en la que reclamó la participación de “las instituciones políticas, las familias, el sistema educativo, los medios de comunicación y los que trabajamos en políticas públicas de memoria”.
Previamente había intervenido la alcaldesa de Vitoria y patrona del Memorial, Maider Etxebarria, quien se ha dirigido a los jóvenes porque “vivimos la desmemoria, pero el paso del tiempo y el desinterés no deben servir para obviar el dolor ajeno”. También advirtió, en alusión a los representantes de Bildu, única formación que no ha asistido a este acto, que “nosotros condenamos a ETA, sin ambages, como condenamos también al GAL”.
En el salón de recepciones del consistorio vitoriano se proyectó un vídeo de siete minutos en euskera y castellano con palabras de universitarios vascos que admitían saber poco del terrorismo y reconocen que les gustaría conocer más. Alguno de esos jóvenes justificaba el uso de la violencia. El atentado que más recuerdan es el de Miguel Ángel Blanco, Fernando Buesa, Hipercor y Carrero Blanco. Algunos no eran capaces de dar el nombre de ninguna víctima.
Los turnos de intervenciones han dado paso a los protagonistas de la jornada. Koldo San Martín, hijo de un guardia civil asesinado por ETA en 1992, el estudiante Endika Delgado y la profesora Ianire Lanchas han aportado su testimonio sobre la experiencia de llevar el terrorismo a las aulas. San Martín, que suele contar su historia en colegios y universidades, defendió que “somos el hilo conductor entre la realidad de la violencia terrorista y los jóvenes”. Recordó su experiencia personal resumida en una frase que dice que siempre repite: “ETA no es lo que te quita, sino lo que se lleva”. Y aquí dijo que ETA no sólo se llevó a su padre y su juventud, también a su madre que “murió de pena”. También dejó un dato para el optimismo constatado cuando vuelve a su tierra natal: “La sociedad ha cambiado porque la libertad ilumina la cara de la gente. Veo en mi tierra mucha más luz”, celebró.
Delgado, por su parte, ha detallado que “aprendí en casa sobre terrorismo y me llamó mucho la atención el tema tras leer ‘Patria’ y acabé haciendo un trabajo final sobre la politización de las fiestas por la izquierda abertzale”. Este investigador ha alertado de que “el espacio público está monopolizado” por abertzales radicales que no condenan la violencia. Puso el ejemplo de su pueblo Durango, donde se celebra anualmente el Berrogei (40) Minutu Rock, dedicado a los presos etarras, cuarenta minutos por ser el tiempo del que disponen los terroristas presos para recibir visitas, y cuarenta minutos por ser el tiempo que toca cada banda musical participante. Delgado ha enviado al público asistente un deseo que implique a todos: “Tenemos que llegar a los jóvenes sin quedarnos con los brazos cruzados”.
Por su parte, la profesora Ianire Lanchas ha explicado que pidió a sus alumnos de Corazonistas de Vitoria que entrevistaran a sus abuelos. “Vimos que algunos no querían hacerles hablar de ese tema para no incomodarles y algunos abuelos tampoco querían participar. Lo vimos en clase y lo estudiamos. Conocer los testimonios en vídeo de las víctimas les impactó y visitamos también el Memorial”, concretó. Además, Lanchas se manifestó optimista con sus experiencias educativas por la memoria al comprobar que los más jóvenes reciben con agrado estos conocimientos, demostrando madurez.
Por último intervino del delegado del Gobierno, Denis Itxaso, quien advirtió de que ”corremos el peligro de que algunos jóvenes que no han vivido la época de ETA revivan un sentimiento de odio no vivido, sino heredado”.
Durante el acto, en diferentes momentos, hubo una actuación musical de un dúo de chelos que interpretaron tres piezas: “Pietà, Signore!” de Alessandro Stradella; “El cant dels ocells” de Pau Casals, y “Arioso” de J. S. Bach.