Publicado y presentado el tercer tomo de “Historia y Memoria del Terrorismo en el País Vasco”
El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda de la UPV-EHU han presentado en Bilbao el tercer volumen de la trilogía “Historia y Memorial del Terrorismo en el País Vasco” editado por Confluencias y escrito por historiadores del Instituto Valentín de Foronda en colaboración con el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.
Este tercer y último tomo, coordinado por José Antonio Pérez, del Instituto de Historia Social Valentín de Foronda de la UPV-EHU, es una continuación del estudio histórico actualizado más profundo y riguroso, hasta la fecha, sobre terrorismo en Euskadi. Aborda en 804 páginas y 11 capítulos el periodo que trascurre entre 1995 y 2011, entre el inicio de Oldartzen y el final de la actividad terrorista de ETA con el anunciado “cese definitivo de su actividad armada”. Este trabajo ha supuesto ocho años de investigación historiográfica que, a lo largo de 2.400 páginas, documenta la violencia de ETA y de otros terrorismos en Euskadi.
Este libro comienza con los años de la llamada “socialización del sufrimiento” inaugurados con un incremento exponencial del terrorismo callejero y el asesinato en 1995 del dirigente del PP vasco, Gregorio Ordóñez. La banda terrorista ETA amplió sus objetivos con periodistas, jueces, docentes universitarios y especialmente los cargos públicos y militantes de los partidos constitucionalistas del País Vasco y Navarra. Entre 1995 y 2011, ETA mantuvo sus atentados contra los Cuerpos de Seguridad del Estado y las Fuerzas Armadas, incluyendo entre sus víctimas a agentes de la Ertzaintza. Fue un periodo en el que aumentó la extorsión de la banda a empresarios y profesionales, en el que se intensificó la “kale borroka” y en el que ETA y su entorno fueron vencidos por los cuerpos policiales y la Justicia. El libro también hace referencia a las grandes e inéditas movilizaciones ciudadanas por la libertad de ciudadanos secuestrados, con un antes y un después marcado por el secuestro y asesinato del concejal del PP en Ermua, Miguel Ángel Blanco.
Florencio Domínguez, director del Memorial, destacó que el libro, como los dos anteriores, “sitúa en el centro del relato a las víctimas del terrorismo” y busca poner en valor a todas aquellas personas que gracias a su resistencia lograron que el sistema democrático “no se viniese abajo” en Euskadi. “Hay una deuda social no reconocida hacia los que mantuvieron firmes”, recalcó Domínguez.
El volumen, en el que han participado nueve historiadores, refleja los últimos coletazos de ETA y en su portada se incluye una de las manifestaciones de repulsa por el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco. El relato es duro y recuerda, según enfatizó José Antonio Pérez, coordinador del proyecto, que hubo un momento histórico “en el que una gran parte de la militancia de HB apoyó que se matara más”. Se hace un recorrido cronológico de aquellos años: el asesinato en 2000 de Fernando Buesa y su escolta, el ertzaina Jorge Díez Elorza, la manifestación que hubo después, “uno de los momentos más críticos para la sociedad vasca” de los últimos años, en palabras de Pérez. El coordinador del Instituto Foronda añade que esta investigación permite romper algunos mitos o ideas establecidas en amplios sectores sociales en relación a la historia de la banda terrorista ETA. Uno de los más extendidos, recuerda Pérez, es el de que ETA fue una reacción a la violencia del franquismo y por tanto gozaría de cierta legitimidad: “El 95% de los atentados ocurrieron después de Franco, con lo que se desmonta la épica que en ocasiones le ha acompañado como reacción a una dictadura”.
Los impulsores de este proyecto, entre ellos el catedrático de Historia Contemporánea de la universidad pública vasca, Antonio Rivera, asegura que no se trata de ningún “relato oficial”, algo que recuerdan “no cabe en ninguna democracia, donde no tienen cabida los relatos oficiales, pero sí de un trabajo realizado con metodología científica de doctores en historia especializados en violencia política”, apunta Rivera: “Cada uno puede tener su propia memoria subjetiva de lo ocurrido, pero hay que diferenciarla del relato historiográfico. El pasado hay que dejarlo en manos de los profesionales del pasado que son los historiadores”. Otra de las falsas ideas que se diluye es la de que existió ETA porque hubo un enfrentamiento entre distintos modos de violencia. La teoría del “conflicto” entre diferentes modos de terrorismo, en referencia al terrorismo de Estado o de extrema derecha, se diluye al documentar que sólo ETA contó con un respaldo social, una estructura de apoyo exterior, política y social, que no existió en el caso del resto de manifestaciones terroristas que se produjeron en todos estos años en Euskadi, y que también se documentan en este trabajo. Pese a la extensión y detalle del trabajo, los autores reconocen que aún quedan zonas oscuras por conocer, “nos hemos encontrado que aún hay archivos que no se pueden consultar por la ley de secretos oficiales”.
AUTORES: José Antonio Pérez Pérez, Arturo Cajal Valero, Iñaki Fernández Redondo, Javier Gómez Calvo, Irene Moreno Bibiloni y Erik Zubiaga Arana.
COLABORADORES: Sonia Aizpuru Garcés, Javier Merino Pacheco y Martín Alonso Zarza.
