Saltear al contenido principal

“La amenaza yihadista para España: Persistencia y Transformación” curso de verano con la Universidad Rey Juan Carlos, 30 de junio y 1 de julio

“La Amenaza Yihadista Para España: Persistencia Y Transformación” Curso De Verano Con La Universidad Rey Juan Carlos, 30 De Junio Y 1 De Julio

El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) han organizado en Aranjuez (Madrid) durante los días 30 de junio y 1 de julio, el curso de verano “La amenaza yihadista para España: Persistencia y Transformación”. Bajo la dirección de Fernando Reinares Nestares, catedrático de Ciencia Política y Estudios de Seguridad en la URJC e investigador asociado del Real Instituto Elcano (RIE), el curso se desarrolló durante dos jornadas en la que se abordaron los riesgos de España ante la gran amenaza terrorista de España y de la sociedades de todo el mundo, tal y como apuntó en la inauguración de curso, el director del Memorial, Florencio Domínguez, quien recordó que el número de víctimas españolas del terrorismo es de cerca de 300. El director del Memorial hizo referencia al informe de Europol de 2024, en el que se destacan 289 detenciones por yihadismo en Europa durante el año pasado. España (con un 27%) y Francia (con un 20%) suman casi la mitad de los arrestos practicados por diferentes cuerpos policiales europeos. También en la apertura del curso, la subsecretaria del Interior, Susana Crisóstomo, aseguró que “conocer el contexto geopolítico nos ayuda a mejorar las políticas de seguridad y defensa”. Crisóstomo dijo que una de las principales pruebas que tenemos como sociedad es “el adoctrinamiento desde herramientas online e inteligencia artificial, que contribuyen a difundir el yihadismo entre los jóvenes”.

 En el primer Panel “Focos y fuentes externas de la amenaza yihadista para España: escenarios y organizaciones” intervinieron el general Miguel Ángel Ballesteros, exdirector del Departamento de Seguridad Nacional, y un experto en servicios contraterroristas del Ministerio de Defensa., moderados por Fernando Reinares. El responsable del Departamento contra el Terrorismo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) advirtió sobre la detección de “flujos de combatientes yihadistas” movilizados en África por el Dáesh, y enviados sobre todo hacia el norte de Somalia, muchos de ellos magrebíes, “en concreto marroquíes”, que consideraba preocupantes para España. Añadió que “la cantidad de gente movilizada, sin llegar a ser en modo alguno comparable a las de la época del califato en Siria e Irak, es preocupante; no hablamos de cuatro cifras, pero sí de tres, y son personas que se desplazan, muchas de ellas procedentes del propio continente africano”. El responsable del CNI indicó que en la actualidad “África es donde tanto Dáesh como Al-Qaeda están encontrando el nicho ideal para crecer” y, según él, “lo que ocurre fuera influye perfectamente en la profundidad de la amenaza”. El experto del CNI comparó la amenaza yihadista con un cancerbero, un monstruo de tres cabezas. El Dáesh, Al-Qaeda y el yihadismo regionalista no global, como los talibanes o la coalición gobernante actualmente en Siria. En palabras suyas, la más preocupante es la primera por ser “la que más recursos tiene” y en general, “la gran ventaja con las que cuenta el yihadismo es la gestión del tiempo”, porque sus clanes “planifican pensando en nuevas generaciones”. “Si no entendemos cómo amenazan con el tiempo, corremos el riesgo de que nos ganen la batalla”, subrayó. El general Ballesteros señaló que “el problema yihadista está en África”, en la triple frontera, y que las organizaciones terroristas se están asentando en países de la región del Sahel, en especial Mali, Níger y Burkina Faso. Para Miguel Ángel Ballesteros “fue un error” la decisión de la Unión Europea de abandonar sus misiones de paz en esta zona: “Mi opinión es que fue un error porque el hueco lo ocupa otro, sabiendo que es una zona de seguridad para nosotros clave porque si toda la presión se la damos a Marruecos, al final Marruecos la libera hacia el norte y nos llega a nosotros el problema”, comentó. El exdirector del DSN fijó el Sahel como “frontera de seguridad” para España”, porque “lo que pasa en el Sahel se traslada a España”, expresando aquí su temor a que los terroristas puedan aprovecharse de las rutas utilizadas por organizaciones dedicadas al crimen organizado y al tráfico de seres humanos. Su resumen es que “tenemos un problema grande. El terrorismo más importante del mundo está en el Sahel” y la gran preocupación es también “el retorno de los combatientes extranjeros”, además del empleo de mejores tecnologías, la organización en estructuras más descentralizadas y el apoyo a actores solitarios. Ballesteros recordó que el terrorismo yihadista en el Sahel no genera repercusión mediática, en un continente en el que se ha pasado de 5.500 personas amenazadas en 2013 a 18.875 en 2024.

Posteriormente tomó la palabra Lorenzo Vidino, director del Programa en Extremismo, de la George Washington University (GWU) con la charla “El contexto europeo de la amenaza yihadista para España: situación actual y tendencias”. Según Vidino, estamos actualmente en “una fase de transición” en la que los datos permiten extraer la conclusión de que el yihadismo es la principal amenaza en Europa, que actualmente ofrece datos inferiores al pico entre 2014 a 2017, pero en ligero ascenso en comparación con el periodo 2018 a 2022. El profesor italiano se centró en el contexto global, en el que se aprecia una pugna entre Dáesh y Al-Qaeda, con las cúpulas de ambas organizaciones debilitadas y un impacto dispar de sus diferentes ramas. El profesor de la GWU explicó la existencia de muchos focos de inestabilidad geopolítica, pero ninguno capaz de captar la atención sostenida de yihadistas globales y europeos. Hizo hincapié en la excepción del Dáesh de la provincia del Gran Jorasán, una rama regional del Dáesh muy activa en Asia Central y del Sur, principalmente Afganistán, Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán, desde donde han planificado atentados en varios países europeos y mantienen conexiones con Afganistán de intensidad variable. Vidino reveló que como norma se mantienen los actores individuales o lobos solitarios, cada vez más jóvenes, radicalizados por plataformas online, usuarios de impresión 3D o de IA, y con una serie de tendencias como ideologías híbridas en las que una subcultura yihadista se mezcla con imágenes y narrativas de grupos extremistas violentos o de ultraderecha. Lo resumió en el nuevo yihadismo de Tik Tok. Por último, el experto de la GWU repasó la situación en Europa de Hezbolá y Hamas.

En sesión de tarde, el director del curso dio pasó al panel “Actores y formas de la amenaza yihadista en España: perspectivas de conjunto”, con expertos de Guardia Civil y Policía Nacional que alertaron del aumento de la radicalización entre jóvenes y del uso de internet como herramienta clave del terrorismo. Jesús Manuel Brito, jefe de Brigada de la Unidad Central de Información Exterior de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional avanzó que los cuerpos policiales prevén para este año un récord de detenciones por delitos relacionados con el yihadismo. A cierre del mes de junio, se contabilizan 74 arrestos, de los cuales siete corresponden a menores de edad. Esta cifra se acerca a los 81 detenidos registrados durante todo el año 2024, cuando se contabilizaron quince menores implicados. El comisario Brito destacó las grandes dificultades que encuentra la Policía Nacional para perseguir el fenómeno yihadista: “Por cada detención que realizamos, se nos radicalizan cuatro o cinco”. Subrayó que no existe un perfil concreto, definido, de los radicalizados y que estos adoptan continuamente medidas de seguridad para no ser detectados, sobre todo en sus procesos de radicalización a través de nuevas aplicaciones en internet.Señaló que la raíz de toda radicalización está en la propaganda yihadista online, presente en diversos idiomas y plataformas digitales. Esta propaganda advirtió, se ha convertido en un factor especialmente preocupante en el caso de los menores. Jesús Manuel Brito mostró su inquietud por el aumento de casos entre menores: “Se ha disparado” la incidencia entre menores, dijo. Además, advirtió que “los menores se radicalizan en muy poco tiempo y no tienen límites; van más allá incluso que los adultos, y podemos tener alguna desgracia con este tipo de perfil”. Asimismo, informó de que algunos de los detenidos en operaciones recientes en España ya estaban buscando objetivos concretos para perpetrar atentados. También ha alertado sobre la reincidencia: muchos vuelven a radicalizarse durante su estancia en prisión. Por su parte, el teniente coronel Oliver Pérez López, de la Jefatura de Información de la Dirección General de la Guardia Civil, afirmó que el aumento de detenciones refleja que “hay más actividad terrorista en la sombra”. Coincidió con el comisario Brito en la preocupación por el auge de la radicalización entre menores de edad y en personas con facultades mentales alteradas. Ambos consideran que los menores son cada vez más vulnerables ante el yihadismo. Pérez López advirtió también de los efectos indirectos de los conflictos en Oriente Medio. Según explicó, estos están generando nuevas inquietudes sobre posibles atentados en territorio español contra intereses de países implicados en dichos conflictos. Finalmente, el teniente coronel de la Guardia Civil señaló que el principal reto en la lucha contra el terrorismo yihadista es prevenir los procesos de radicalización impulsados por la propaganda. Consideró esencial anticiparse antes de que los radicalizados pasen a la acción violenta, como ocurrió en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid o el 17 de agosto de 2017 en Barcelona. El reto principal es anticipar la escalada y ajustar los mecanismos de prevención, especialmente ante un entorno que evoluciona tan rápido como las plataformas tecnológicas que alimentan la expansión del yihadismo digital.

Las intervenciones de los expertos de Guardia Civil y Policía dieron paso a un panel en el que se trataron los casos de Cataluña y el País Vasco con mandos de sus cuerpos de policía autonómica, moderados por Isabel Bazaga, profesora del Área de Ciencia Política y de la Administración de la URJC. Lluís Paradell, inspector y jefe del Área Central de Análisis y Elaboración de Inteligencia, de la Comisaría General de Información de los Mossos d’Esquadra, y Juan Vicente Bilbao, intendente y jefe de la Oficina Central de Inteligencia de la Ertzaintza. Paradell remarcó que el objetivo de los yihadistas no es un país o un punto geográfico concreto, sino Occidente dentro de una amenaza global. A grandes rasgos destacó la ausencia de atentados contra grandes espacios turísticos y el incremento de menores de edad que utilizan herramientas cada vez más sofisticadas. En Cataluña la mayor parte de detenciones relacionadas con el terrorismo yihadista se registran en la provincia de Barcelona, aunque utilizan todo el espacio geográfico, como demuestran los atentados del 17 de agosto en Barcelona, organizados en Ripoll. Asimismo, el inspector Paradell destacó cómo, “desde la prevención”, los Mossos cooperan con otros cuerpos policiales. Juan Vicente Bilbao realizó un balance general en el que destacó que, en el País Vasco, se estima en 80.000 el número de musulmanes residentes, con estimaciones según sus países de origen. El intendente de la Ertzaintza recalcó la presencia de 80 mezquitas que para la Policía vasca son “un elemento fundamental”. Bilbao reveló que en este año se han practicado solo 4 detenciones frente a las 22 de hace siete años, y puso el acento en los combatientes retornados y en la ausencia de internos en los centros penitenciarios vascos. Desde la ertzaintza evalúan el riesgo en el escenario actual de Euskadi desde la “tranquilidad en el espacio religioso islámico, la ausencia de atentados yihadistas , detenciones relacionadas con el enaltecimiento y el autoadoctrinamiento, y posibilidad de acciones puntuales de musulmanes disfuncionales”.

En la segunda jornada, el martes 1 de julio, la profesora de Ciencia Política de la URJC, Rut Bermejo presentó el panel “Situación y tendencias de la movilización yihadista en España: zonas especiales e Internet”. Manuel R. Torres Soriano, catedrático de Ciencia Política de la Universidad Pablo de Olavide, dijo que los terroristas son por definición “usuarios de nuevas tecnologías de la información” centrándose en la figura del marketing del “early adopter” en la que se incluye “a los consumidores online de una determinada marca o producto”. Según Torres, en 2019 se produjo una especie de big-bang desde Telegram que llevó a los yihadistas a otras plataformas por una serie de ventajas como seguridad operativa, “para crear espacios seguros temporales y evitar los sistemas de seguridad”; ventaja del pionero antes de que “las agencias gubernamentales desarrollen capacidades de vigilancia”; expansión de la audiencia, para llegar a nuevos grupos demográficos que son los primeros en adoptar la tecnología; reputación, para impresionar a sus seguidores, y explotación de lagunas normativas. El profesor Torres concluyó que “la adopción de nuevas plataformas parece seguir un patrón de utilidad y familiaridad social, donde los terroristas optan por herramientas ya validadas y popularizadas. Esa adopción tecnológica demuestra una tensión entre maximizar la audiencia y mantener la seguridad. Luis de la Corte Ibáñez, profesor de Psicología Social de la UAM centró su intervención en los casos de Ceuta y Melilla, donde hay una mayor presencia y actividad yihadista en toda España. Destacó las vulnerabilidades de las dos ciudades autónomas, especialmente por la alta proporción de las comunidades musulmanas (el 42,9% de la población de Ceuta y el 50,5% en Melilla frente al 5% de la población española), la existencia de nichos de marginalidad y la amenaza yihadista por la proximidad a Marruecos. Asimismo, De la Corte resaltó las tasas de natalidad, desempleo y fracaso escolar en ambas ciudades autónomas, muy por encima de la media nacional.

El siguiente panel “Situación y tendencias de la movilización yihadista en España: implicación de mujeres y menores” fue presentada por el profesor Román Echániz de la URJC con los investigadores del RIE Carola García-Calvo y Álvaro Vicente. Carola García-Calvo, destacó el papel cambiante de las mujeres en el terrorismo yihadista: entre 2015 y junio de 2025, de los 224 condenados en España por delitos relacionados con el yihadismo, 29 eran mujeres, lo que representa el 13% del total. García-Calvo señaló que el 62% de estas mujeres son jóvenes de entre 18 y 29 años, el 40% solteras, el 85% nacidas o criadas en España, y ninguna de ellas tenía antecedentes penales. La investigadora del RIE subrayó que la participación femenina en grupos terroristas no es un fenómeno nuevo y que las mujeres son  actores activos en todos los grupos terroristas, por un enfoque pragmático: pasan más desapercibidas, tienen altas tasas de efectividad y reciben más publicidad en los medios. Álvaro Vicente destacó el “fenómeno creciente” del yihadismo en los menores, algo que también refleja la realidad española. Según los datos presentados en el curso, de los 81 detenidos en España en 2024 por delitos relacionados con el yihadismo, 15 eran menores. En los primeros seis meses de este año, de los 74 arrestados, siete eran menores. Estos números ponen de manifiesto una preocupante tendencia que Vicente detalló. El investigador del RIE recordó cómo, entre 2014 y 2019, solo ocho menores fueron condenados por delitos de yihadismo, mientras que desde 2020 han sido dictadas nueve sentencias, de las cuales seis se han producido en el último año y medio. Actualmente, hay diez menores esperando juicio en la Audiencia Nacional.Álvaro Vicente explicó que, mientras que en la primera etapa de radicalización los menores se influían principalmente a través de Internet y en entornos familiares o cercanos, desde la caída del califato en Siria e Irak y, especialmente, tras la pandemia, la radicalización ha afectado también a jóvenes de familias de clase media-alta que estudian en institutos privados. Además, la radicalización ya no se concentra en “bolsas de radicalización”, sino que está dispersa por todo el territorio nacional. Hoy en día, la radicalización de menores es mayormente viral, a través de redes sociales y plataformas de mensajería instantánea, donde consumen “contenido muy violento” de yihadistas suicidas y combatientes muertos. Según los casos juzgados en España, estos menores suelen presentar vulnerabilidades psicológicas, como sentirse solos o haber sido víctimas de acoso escolar. Buscan un sentido de pertenencia en las redes sociales, donde encuentran refugio, debido a la falta de habilidades sociales. Las sentencias dictadas en el último año y medio revelan que los menores condenados no solo se dedicaban a la difusión de contenido propagandístico, sino que también se implicaron en la preparación de atentados. En uno de los casos, un menor difundió en TikTok un vídeo en el que detonaba un artefacto explosivo. Otro había realizado pruebas en su casa con el mismo tipo de explosivo utilizado por los terroristas de los atentados de Las Ramblas y Cambrils en 2017, mientras que otros dos realizaron ensayos en un descampado para probar la capacidad destructiva de los artefactos que habían elaborado. Álvaro Vicente reveló que, mientras que en otros países europeos los menores implicados en procesos yihadistas tienden a utilizar cuchillos en sus acciones, en España la tendencia es la fabricación y uso de artefactos explosivos. Además, advirtió que el conflicto en Gaza podría ser aprovechado por las organizaciones terroristas para captar a menores para su causa.

La sesión de tarde de la última jornada comenzó con el panel “Reproducción de la amenaza: ámbitos y procesos de radicalización yihadista en España” con Ángel Gómez Jiménez, catedrático del departamento de Psicología Social y de las Organizaciones en la UNED, y Manuel Moyano, profesor titular de Psicología de la Universidad de Córdoba. Gómez Jiménez explicó su trabajo de investigación pionero en España entre la UNED e Instituciones Penitenciarias, que le ha permitido a su equipo entrar en diferentes prisiones para poder obtener información de población reclusa por causas relacionadas con el yihadismo. El profesor Moyano presentó sus veinte años de investigación sobre radicalización para dar respuesta a los interrogantes ¿de dónde venimos?, ¿qué sabemos? y ¿hacia dónde dirigirnos? El final del curso tuvo la parte más emotiva del mismo con los testimonios de víctimas del terrorismo yihadista en España. Marisol Pérez Urbano es presidenta de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo. Perdió a su hijo mayor, Rodrigo, un joven universitario, en la estación de Atocha de Madrid en los atentados cometidos el 11 de marzo de 2004. Marisol, profesora de Instituto de Lengua y Literatura, recordó lo duro que fue la muerte de su hijo cuando se iba como un día más a la Universidad y ha lamentado el uso que algunos políticos hicieron de las víctimas, así como “las mentiras” del entonces Gobierno del PP sobre la autoría de los atentados del 11-M. Estimó que quizá a los terroristas condenados por estos hechos se les ha impuesto menos penas que las que merecían, pero también piensa que “hay responsables políticos que han ensuciado el suceso y la memoria de las víctimas que se han escabullido”. Quince años después del asesinato de su hijo, Marisol escribió “Dinos dónde estás y vamos a buscarte”, un libro con el que homenajear a su hijo Rodrigo y en el que contar la intrahistoria de los atentados del 11-M, desde su punto de vista. Rodrigo Cabrero Pérez tenía 20 años y estudiaba Ingeniería Informática. Todas las mañanas cogía el tren desde Getafe para ir a la Universidad. Sus padres, Juan Carlos y Marisol, y su hermano Gonzalo, lo buscaron sin descanso hasta que, veinticuatro horas después encontraron su cadáver. Marisol siempre dice que ellos solo son “una familia corriente a la que la Historia tocó con sus dedos funestos. Nunca quisimos salir de la discreción de una vida sencilla, hasta que el terrorismo yihadista nos alcanzó”. La subinspectora de los Mossos d’Esquadra, Mercè Uviedo, fue arrollada en su huida por el autor del atropello masivo con furgoneta en Las Ramblas de Barcelona en 2017. relató su vivencia resumida así: “Me quedó un sentimiento de impotencia y de soledad que no me ha abandonado nunca”. Mercè Uviedo expuso cómo en la tarde del 17 de agosto de 2017, cuando ella era sargento, les avisaron de que tenían que realizar uno de los controles de la Operació Gàbia (Jaula), después de que un terrorista hubiera cometido el atropello múltiple con una furgoneta en Las Ramblas de Barcelona. Se trataba de Younes Abouyaaqoub, que en su huida había robado un vehículo con el que arrolló a la agente causándole graves lesiones y que fue localizado y abatido cuatro días más tarde por efectivos de este mismo cuerpo en Subirats (Barcelona). “Estábamos en la avenida Diagonal de Barcelona y al salir del coche patrulla sentí el impacto, noté el vehículo encima de mi pierna, me lanzó, caí al suelo aturdida, se hizo la oscuridad, pasaron las fotos de mis hijos por mi cabeza, oí disparos y pensé si eran ellos o nosotros, intenté coger la pistola pero no me podía mover, estaba sangrando por la boca y me desvanecí de nuevo”, detalló. La subinspectora, con 29 años de trabajo en la Policía autonómica catalana, puso de manifiesto el largo proceso de recuperación que tuvo en casa con dos hijos, uno en el instituto y otro en el colegio, con compañeros suyos, algunos musulmanes, que le preguntaban si su madre era la agente que se había salvado y sin saber si podía haber miembros de la célula terrorista que siguieran en libertad. “Las cosas se difuminan, los recuerdos son cada vez más suaves y tenues, ya volví a trabajar, consigo ir a detener a personas y mi cabeza se olvida de pensar si pueden ser terroristas aunque no consigo superar el estrés postraumático cuando veo que viene un coche de frente”, narró. Para Mercè Uviedo lo más importante que se puede hacer por las víctimas del terrorismo es no olvidarlas y ha recordado que el problema yihadista “no es algo de Afganistán o del Sahel, sino que lo tenemos aquí”. E hizo un llamamiento a los medios de comunicación para que sean sensibles en el uso de imágenes, ya que sus hijos tuvieron que ver imágenes suyas cuando estaba tendida en el suelo en un charco de sangre.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Volver arriba