La exposición “De figurantes a protagonistas: las víctimas de ETA en el cine” hasta el 6 de abril en el Memorial

El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo organiza una exposición temporal que recuerda la presencia de las víctimas de ETA en la gran pantalla. “De figurantes a protagonistas: las víctimas de ETA en el cine”. El pasado 10 de enero fue inaugurada por Florencio Domínguez, director del Memorial, Valeria Camporesi, directora de la Filmoteca Española, y Santiago de Pablo, comisario de la exposición, miembro de la Academia del Cine y catedrático de Historia Contemporánea de la UPV-EHU.
En el acto de presentación, ante una nutrida presencia institucional de representantes parlamentarios, Gobierno vasco, Ayuntamiento de Vitoria, mandos de Defensa, Guardia Civil y Policía Nacional, y víctimas del terrorismo, el director del Memorial destacó la importancia de los nuevos productos audiovisuales en la sociedad actual, por su gran poder para transmitir imágenes de la Historia: “las películas, los documentales, las series de televisión, tienen un gran poder para fijar en el colectivo de la sociedad determinadas imágenes, muchas veces también para establecer cuáles son las percepciones de la historia que hemos vivido, por eso es importante reflexionar sobre este tipo de trabajos. Para ver si responden o no a lo que realmente ha ocurrido, si son solamente productos de ficción o qué relación tienen con la realidad que les inspira”.
Valeria Camporesi, profesora universitaria y directora de la Filmoteca Española, reconoció que esta muestra es una ocasión propicia para sacar del museo de la Filmoteca de Madrid una de las dos maquetas de la película “Operación Ogro”, aunque otra todavía está pendiente de restauración. “No es fácil encontrar los recursos. Cuesta reconocer su importancia y destinar la atención que probablemente merecen”, lamentó. Más adelante, Camporesi subrayó de que se trata de “una oportunidad maravillosa de contextualizar. Se repite en ocasiones lo de que una imagen vale más que mil palabras, pero todas las palabras necesitan de un contexto y de personas de valía que les extraigan el significado”.
El comisario del conjunto expuesto, Santiago de Pablo, en su intervención, explicó inicialmente cómo el título de la exposición “de figurantes a protagonistas” explica la evolución del tratamiento del cine y la televisión a las víctimas del terrorismo. De Pablo explicó que el cine “no prestaba atención a las víctimas”, pero no puede haber una “acusación al cine” por ello, porque era toda la sociedad la que tampoco les hacía caso. Hoy, la sociedad y el cine han cambiado. La conclusión es que esa transformación latente “no sólo es del audiovisual, porque la sociedad vasca, y española, también ha ido evolucionando desde un silencio, hasta una mayor acogida”, apuntó De Pablo
¿Cuál es el sentido de la exposición que se puede visitar ahora en Vitoria? El catedrático de la UPV-EHU aseguró que “los historiadores nos dedicamos a hacer libros con muchas notas a pie de página, pero es importante también divulgar y que nuestro conocimiento llegue a personas que no van a leer libros de investigación. No es una exposición para disfrutar por el tema que aborda, pero hace posible que se interese por el asunto gente que de otra forma quizá ni se acercaría al Memorial. Partiendo del cine, puede ver el resto y enterarse más a fondo”, explicó De Pablo. “Ahora que se habla de que hay una batalla por el relato, una exposición puede brindar un relato cercano a la historia”, incidió. Según el comisario de la exposición “en los años del plomo, con el trasfondo del elevado número de atentados terroristas perpetrados por ETA, la banda hizo frecuentes apariciones en la gran pantalla. Destacó entonces Imanol Uribe con ‘El proceso de Burgos’ de 1979 y ‘La fuga de Segovia’ de 1981. “En ambos casos, los etarras aparecían como víctimas de la dictadura, obviando las consecuencias de sus actos”
Esta inercia se mantuvo a lo largo de la década de 1980. “Siguieron estrenándose un buen número de películas sobre ETA. Se fue notando una mayor variedad de enfoques, aunque el cine parecía seguir lastrado por una tendencia a ver a ETA como un mero producto de la represión franquista o de los excesos policiales, hasta el punto de que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado a veces parecían peores que los etarras”, se recuerda. Santiago de Pablo ilustra esto con una sentencia: “En los años del plomo, las víctimas de la dictadura prácticamente no aparecían y solo lo hacían en el momento de ser asesinadas”. Meros figurantes para el momento del crimen. Son de esta época filmes como ‘Euskadi Estatutik at’, de Arthur MacCaig; ‘Los reporteros’, de Iñaki Aizpuru; ‘Ehun metro’, de Alfonso Ungría; ‘Días de humo’, de Antton Eceiza, y ‘Goma 2’, de José Antonio de la Loma. “En el cine de la Transición, se ve a los miembros de ETA romantizados como luchadores contra Franco o simplemente llevados por el destino. Pero no es el destino, sino que son decisiones humanas”, apuntó De Pablo.
Desde la Transición hasta la actualidad, muchas películas y series han llevado al cine y la televisión historias relacionadas con la organización terrorista ETA. Al principio, en casi todas ellas las víctimas eran meros extras o figurantes; solo más tarde se convirtieron en protagonistas. Esta exposición refleja la producción audiovisual sobre ETA de los últimos cincuenta años. Hace hincapié en cómo ha evolucionado la representación de las víctimas del terrorismo en la pantalla.
La exposición contiene piezas curiosas y novedosas, como la maqueta original realizada por Emilio Ruiz del Río (1923-2007), empleada en el rodaje de la película “Operación Ogro” (1979) de Gillo Pontecorvo, para recrear el asesinato del presidente del Gobierno franquista, Luis Carrero Blanco, su chófer y un escolta.
También se expone por primera vez la moto Sanglas 400E del Servicio oficial de la Guardia Civil, utilizada en la serie de Movistar+ “La línea invisible” (2020), con la que se reproduce el asesinato por ETA en 1968 del agente de la Guardia Civil, José Antonio Pardines, primera víctima mortal de la banda terrorista. Además, también se muestran marionetas utilizadas en la película “El viaje de Arián” (2000) de Eduard Bosch; dibujos originales de Naiel Ibarrola, utilizados en “Muerte en Amara” (2024), de Aitor González de Langarica, así como carteles de películas, entre ellas: el documental “El proceso de Burgos” (1979) de Imanol Uribe, “La fuga de Segovia” (1981) de Imanol Uribe, “Ander eta Yul” (1988) de Ana Díez, “A ciegas” (1998) de Daniel Calparsoro, “Yoyes” (2000) de Helena Taberna, y fotogramas, fotocromos, guiones con anotaciones a mano o fotos originales de rodajes.
Los fondos han sido aportados por Filmoteca Española, Euskadiko Filmategia/Filmoteca Vasca, Taller de Marionetas Travi y Museu Internacional dels Titelles de Catalunya, Expomotor Auto Museum y particulares.
La exposición estará abierta en los horarios del museo del Memorial hasta el próximo 6 de abril de 2025.